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Ayudo a las personas a desarrollarse, teniendo en cuenta cómo son y lo que les gusta, con el propósito de que puedan alcanzar el objetivo que se han propuesto. En las intervenciones utilizo las herramientas propias del coaching, como pueden ser la definición de objetivos, planes de acción, análisis de fortalezas y debilidades, etc.
¿Qué es el coaching personal y qué es el coaching ejecutivo?
El coaching es una práctica que busca el desarrollo de habilidades y competencias en personas para que puedan lograr sus objetivos de manera efectiva. Existen diferentes tipos de coaching, entre ellos el coaching personal y el coaching ejecutivo, que se diferencian en el ámbito en el que se enfocan.
El coaching personal se enfoca en el desarrollo personal de la persona, en su vida cotidiana, sus relaciones y en la consecución de objetivos personales. Según De Haan, Culpin y Curd (2013), el coaching personal se centra en las metas personales del cliente y su bienestar, ayudándole a descubrir y alcanzar su potencial a través de la exploración y reflexión de sus pensamientos, sentimientos y acciones.
Por otro lado, el coaching ejecutivo se enfoca en el desarrollo de habilidades y competencias en el ámbito laboral, específicamente en la mejora de la efectividad en el desempeño del trabajo y en la consecución de objetivos laborales. Según Grant y Cavanagh (2007), el coaching ejecutivo se centra en la mejora de habilidades de liderazgo, comunicación, trabajo en equipo y gestión del tiempo, entre otras.
Es decir, mientras que el coaching personal se enfoca en el desarrollo personal y en la consecución de objetivos de la vida cotidiana, el coaching ejecutivo se enfoca en el desarrollo de habilidades y competencias en el ámbito laboral.
Referencias bibliográficas:
De Haan, E., Culpin, V., & Curd, J. (2013). The state of play in coaching today: A comprehensive review of the field. London: The International Centre for Coaching & Leadership Development.
Grant, A. M., & Cavanagh, M. J. (2007). Evidence-based coaching: Flourishing or languishing? Australian Psychologist, 42(4), 239-254. doi: 10.1080/00050060701648175
